lunes, febrero 27, 2006

La cremallera (I): Azín fue




Barcelona, agencias.

Fuentes bien informadas nos han confirmado lo que desde hacía días corría como rumor por los mentideros de toda la península y zonas de ultramar: La semana pasada, los duques de Acqua-plasse, en un mal disimulado intento de epatar, lograron reunir a lo más selecto de la sociedad barcelonesa y de alrededores en una brillante fiesta de cremaillere con la que inauguraron su residencia al borde del mediterráneo. Nos cuentan que la fiesta duró hasta altas horas de la madrugada y que fluyeron generosamente el vino y otros licores que dotaron de gran exotismo a la velada, como las bebidas de importación caipirinha, de origen brasileño, y la neoyorkina Cosmopolitan, en versión libre. Uno de nuestros intrépidos reporteros, que no sin grandes esfuerzos consiguió burlar el fastuoso dispositivo de seguridad desplegado, nos ha remitido las siguientes imágenes:














Como todo el mundo sabe, las fiestas deben empezar por el pasillo y terminar en la cocina, pasando por el salón. En ese sentido, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que la fiesta fue comme-il-faut. ;)

La cremallera (II): Los distinguidos invitados

Gonzalo y Laurie, the couple of the year. Si siguen posando así de bien, el reportaje de la boda en junio les va a quedar niquelao. Ya te digo. Antes muerta que zinzilla: Para más információn, véase el post titulado "Angelitos". De la casta el viene al galgo...
Jaume con la representación sueca en esta fiesta internacional. Algún alguien masculino, encantado con la idea, preguntó si no había más, preferiblemente guapas y altas como éstas...
Grasas y Gonzalo (G and G), discutiendo sobre las impliaciones de la razón pura y sus últimas aplicaciones al pragmatismo lógico. Gloria informa a Gonzalo (otra vez G&G, podíamos haberlo puesto como motu de la fiesta) de que Grasas le ha metido un gol con lo de la razón pura, que de lo que de verdad entiende Grasas es de Gigantosteología y Mesmerismo. Ayyyy

Anabel, detrás de Carlos, riéndose de todo. ¿Mesmerismo? Si eso ya está muy visto...

Luis pregunta a Miguel qué bobadas dicen de la razón pura, y si no hay nadie en esta fiesta que sepa hacer una buena caipiriña, por favor.Javi y Lucy reponen fuerzas antes de empezar a preparar las mini-copeits con las que asombraron a la concurrencia entera.


Jaume y Silvia, como son partidarios de la razón crítica, pasan olímpicamente '92 de la polémica :)

La cremallera (III): Estampas festivas
















El anfitrión, en su singular y muy característica pose para fiestas de alto copete.
















Grasas parece estar preparándose para regalar al público una de sus celebradas cancioncillas. Sin embargo, por mucho que parezca, no cantuvo, no cantuvo (endevé como cambia el cuento).
















Alguien comenta que ha oído que la razón pura tiene algunas aplicaciones básicas en el pragmatismo lógico. Otro alguien contesta, en cambio, que el precio de los tomates sigue estando muy caro.

Y el vídeo, ¡claro! ¿Qué sería de la era de la imagen sin video? Eso sí, para hacerlo verdaderamente natural, no hay que decir que se está grabando, sino simplemente que se van a hacer fotos. Espontaneidad garantizada, y si no, vean...

La cremallera (IV): Buenas y malas ideas para una fiesta




Utilizar varias cámaras

Así se puede conseguir la típica serie de avispado/a con cámaro/a de fotos/as en mano/a dispuesto/a fotografiar a otro avispado/a.



















Ensalada
Hacer una ensalada, para demostrar que se está con los tiempos y que somos gente ecológica, concienciada y sana.


El momento bombones

Isabel, las ocasiones cambian... Pero un Ferrero es un Ferrero. Además, da origen un juego de roles divertido y hasta digno de sesudo estudio: hay quien quiere ser la Preysler, quien quiere ser los 28 amigos que se presentan sin avisar, y por último hay (hum?) quien se pirra por ser el mayordomo...







NO

Sacar la ensalada a media noche
Todos esos buenos propósitos no sirven de nada si la ensalada se queda en la cocina hasta que la fiesta llega allí...


Interrumpir una conversación ajena con una frase zúper-original

Nunca, nunca, utilices esa socorrida fórmula de ir a un grupo cualquiera e introducirte en la conversación diciendo "Huuuuy, huuuy, todo lo que éste dice, todo mentira. Si lo sabré yo".
Puede ocurrir que la conversación en cuestión la estén manteniendo un chico y una chica y, peor aún, que en ese preciso instante el chico le esté diciendo a la chica lo guapa que es. La original interrumpidora corre el peligro de terminar así:













NOTA: Conste que esto no pasó en otra fiesta. Pero en otras sí, que nos consta.

Intentar imitar los cócteles Del Diego.
Cosmopolitans como los Del Diego sólo hay unos. Y los hacen en el Del Diego, que para eso es el Del Diego y tiene barmans de la escuela del Chicote. El recurso a la agitación casera de coctelera puede terminar en desastre...

La cremallera (V): Epílogo

Espero que hayáis disfrutado de las fotos. Muchísimas gracias a todos los que vinisteis, porque nos salvasteis de estar 4 días a dieta intensiva de tortilla de patatas ;) y además porque nos llevamos un gran alegrón con vuestra presencia.

A los que no pudisteis venir, con gran dolor de vuestro corazón: También yo siento que no pudierais. Sobre todo porque me he pasado más tiempo subiendo fotos y contando la fiesta que todo lo que tardó la propia fiesta en pasar. Así que la próxima vez todo el mundo aquí sin rechistar, qué caramba.

Esperamos que nos acompañéis todos cuando inauguremos el chalete al lado del mar, que tendrá jardín y playa y no habrá que fregar al día siguiente :) Así que seguiremos informando, permanezcan atentos a sus pantallas...


¡Chas gracias, apañeros!

martes, febrero 21, 2006

Perla de la idiosincrasia nacional

Aunque la escena pueda parecer almodovariana, puedo asegurar que ni invento ni exagero nada. Lo que sigue es una transcripción fiel y exactísima de una estampa celtibérica que acabo de presenciar y que me ha dejado con todos los pelos de punta.

La escena, en una oficina de Correos. Mientras estoy rellenando uno de esos impresos infinitos, entra un rollizo mozo, con un bocata de salchichón en una mano y un fajo de cartas en la otra. Se dirige a la ventanilla y le espeta a la encargada:

- Gega, añala, e laita, carafagada.
- ¿Qué?
El tío deglute.
- Que ésta, a Italia, y las demás, certificadas.
- Ah.
Mientras el hombre ordena las cartas por destinos, sin dejar de dar unos bocados gigantescos al bocata que trae en la mano, la encargada, que piensa "ésta es la mía", saca un croissant a medias de debajo de su mesa y empieza a comer también. Al mismo tiempo, yo empiezo a desdibujarme en cuadritos, del asombro.

Cuando la mujer empieza a sellar las cartas, el hombre, que con la pericia que da la práctica consigue aunar las tareas de tener comida en la boca - hablar de modo inteligible, comenta:

- Por cierto, cuando pille a vuestra cartera del barrio XXX, me la como (amenaza seria si se ve lo que queda de bocata).
- ¿Y eso?
- Pues porque me pierde una carta certificada con acuse de recibo que va a un local. ¿Tú crees que eso se puede consentir?
- Hombre, pero eso no adelantas nada con decírmelo a mí. Hay una página de servicio al cliente...
- Bah, bah, bah, la culpa de todo la tiene el país. ¡España es el furgón de cola de Europa! ¡Estamos a la cola en todo! ¡Y es por culpa nuestra!

En este momento, el hombre adopta una pose perfecta de ninot (mirada perdida - bocadillo en alto), qué gran pérdida para los maestros falleros de este año. Y sigue, imbatible:

- ¿Tú te crees que una carta puede tardar de España a China una semana y, en cambio, de China a España más de un mes? ¡Que lo he visto yo en un programa por la tele!
- Hombre, pues por el servicio de Correos de España, no será. Que somos uno de lso mejores de Europa, y esto ha cambiado muchísimo.
- Seguro. Uno de los peores, te lo digo yo. Que con el taller... me perdéis cartas certificadas a direcciones que me lleváis todos los días.
- Pero hombre, ya te he dicho que para eso tienes una página de quejas en Internet...

Y aquí, el paladín contra el furgón de cola celtibérico, el analista crítico y certero con los males del país, lanza su obús final, desde las mismas entrañas donde reposa ya el otrora bocadillo de salchichón:

- ¿Internet, yo? ¡Vamos, ni loco me enganchan a mi ahí! ¡No te digo!

Paga, y se va.

---- Fin -----

Estoy intentando intercalar comentarios, pero es imposible. Ni con el ingenio má vivo podría imaginar o verbalizar una situación semejante. Así que me callo, rindiéndome a la evidencia: la realidad supera tantas (¡tantas!) veces a la ficción...

¡Ah! ¿Las fotos de la fiesta? En seguidita, un día o dos...