Los dioses, encarnados esta vez en comisión de admisiones de una prestigiosa escuela londinense, han hablado. Y han dicho, con voz cavernosa: "De acueeerdo, pequeño saltamontes. Puedes consagrar los dos próximos años a cruzar pasillos y aulas de esta venerable institución. Este mensaje se autodestruirá en los próximos quince minutos".
La alegría que el anuncio ha causado en el pequeño saltamontes, gran mago de los sudokus, artista incomparable del aqua plassse, no puede describirse con palabras. Henchido de justa alegría y regocijo, no ha dudado en correr hacia el que será su próximo hogar, a requerimiento de la redacción de esta bitácora, siempre deseosa de dar a sus siete lectores la información más actualizada posible. Aquí le tienen, impasible el ademán, ante su nueva escuela... ¡muchas felicidades, Carlos!
lunes, mayo 15, 2006
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